CÓMO ALIVIAR LA SENSACIÓN DE OJO SECO
La sequedad ocular u ojo seco consiste en la escasez o falta de lágrima adecuada, que provoca molestias y malestar ocular, problemas visuales y/o lesiones en la córnea o conjuntiva. Sus síntomas más habituales son la sensación de arenilla, quemazón o cuerpo extraño (que empeora a lo largo del día), escozor, prurito, enrojecimiento ocular, visión borrosa y lagrimeo excesivo por causas diversas derivadas de circunstancias internas y externas
- Circunstancias internas: son las condiciones que nosotros mismo generamos, como baja frecuencia de parpadeo (tras periodos de lectura prolongados, por ejemplo), uso de pantallas y dispositivos electrónicos, realizar tareas que requieren de una alta atención visual, mantener los párpados muy abiertos, una posición de mirada fija, baja reserva de algunas hormonas, la edad o ciertos medicamentos.
- Circunstancias externas: son las condiciones medioambientales, como entornos propios de oficinas y despachos, exposición a productos químicos, exposición a polvo ambiental o al viento, entre otros factores
¿Qué podemos hacer para combatir la sequedad ocular?
Para aliviar las molestias leves provocadas por este síndrome contamos con varias soluciones a nuestra disposición:
- Lágrimas artificiales sin o con ácido hialurónico.
- Higiene de los párpados y el borde palpebral: en muchas ocasiones, el ojo seco está acompañado de blefaritis-inflamación de los párpados debida la acumulación de grasa y baterías sobre su borde-. Para tratarla, se aplica calor local sobre los ojos y, a continuación, se realiza un ligero masaje en el borde del párpado con espuma, gel o una toallita específica.
Optiben de Cinfa te ofrece 5 consejos que te ayudarán a prevenir el ojo seco:
1.
Sé cuidadoso al despertar.
Cuando te despiertes, abre los ojos poco a poco y evita frotártelos violentamente.
2.
Acuérdate de parpadear.
Aumentar la frecuencia del parpadeo te ayudará a prevenir el ojo seco.
3.
Intenta prevenir la alergia.
Por ejemplo, retira de la habitación peluches o alfombras en caso de que tengas alergia a los ácaros.
4.
Toma alimentos con ácidos grasos omega-3.
El pescado azul, como el salmón, las sardinas o las anchoas, constituye una fuente natural de este nutriente, aunque también puedes consultar con tu oftalmólogo la posibilidad de tomar suplementos alimenticios.
5.
Protégete de ambientes poco favorables.
Lugares con aires acondicionados, demasiado secos o que estén muy expuestos al viento, por ejemplo.