¿POR QUÉ SE ME PONEN LOS OJOS ROJOS EN LA PISCINA?
Con la llegada del calor, son cada vez más las personas que acuden a las piscinas para refrescarse y disfrutar del verano. Sin embargo, aunque parece un plan de lo más deseable e inofensivo, es habitual salir del agua con un molesto enrojecimiento y cierto escozor en los ojos tras un chapuzón.
Comprender por qué ocurre esto y, más importante aún, cómo evitarlo, es indispensable para poder disfrutar plenamente de nuestras sesiones de natación sin ningún tipo de molestia ocular, ¡se acabó el relacionar conjuntivitis y piscina!
Piscina y ojos rojos, ¿por qué me pasa?
A pesar de la irrupción de los sistemas de cloración salina, la inversión que se necesita para modificar las piscinas tradicionales hace que la cloración tradicional siga reinando en la gran mayoría de las piscinas. El cloro, por tanto, es un componente muy importante para el mantenimiento de las piscinas, ya que permite desinfectar el agua y eliminar microorganismos que pueden resultar potencialmente peligrosos para la salud de las personas.
Ahora bien, el cloro no es el único responsable del enrojecimiento ocular. En realidad, el problema radica en las cloraminas, compuestos químicos que se forman cuando el cloro reacciona con otras sustancias orgánicas presentes en el agua, como el sudor, la orina y otros productos corporales.
Las cloraminas son altamente irritantes y pueden causar enrojecimiento, picor e incluso molestias respiratorias, motivo que propicia que las personas con ojos sensibles, o propensos a sufrir reacciones alérgicas, sean más susceptibles a estos efectos.
Además, factores como la concentración de cloro y la cantidad de material orgánico en el agua pueden agravar estos síntomas.
¿Qué tipo de amenazas para la salud ocular existen en el agua de las piscinas?
Las piscinas pueden albergar gérmenes y bacterias que, a su vez, representan amenazas para la salud ocular, especialmente si no se mantienen adecuadamente. Esto hace que las piscinas con sistemas de filtración deficientes o mal mantenidas incrementen el riesgo de contaminación, facilitando la proliferación de estos microorganismos, que pueden llegar a ser muy dañinos en función de su concentración y de las condiciones del sistema inmunitario de cada cual.
Además, algunos virus y bacterias pueden sobrevivir incluso en agua tratada, lo que hace aún más importante que cada bañista cuide su higiene personal, así como que el responsable del mantenimiento de las piscinas realice su trabajo con escrupulosa dedicación.
¿Existe una relación directa entre la conjuntivitis y el agua de la piscina?
Sí, existe una relación directa entre la conjuntivitis y el uso de piscinas. Microorganismos patógenos como la Chlamydia trachomatis y el adenovirus, que pueden estar presentes en el agua, pueden provocar infecciones oculares, incluyendo la conjuntivitis, especialmente en piscinas mal mantenidas o con altos niveles de contaminantes orgánicos.
Consejos para evitar los ojos irritados por el cloro de la piscina
Disfrutar en verano sin los ojos irritados por la piscina, es posible si se tienen en cuenta algunas precauciones. Por eso hemos elaborado un breve listado de tips que deberías verificar antes de lanzarte al agua.
- Usar gafas de natación ajustadas protege los ojos del cloro y otros irritantes que pueden estar presentes en el agua.
- Ducharse antes de nadar ayuda a reducir la cantidad de sudor y otros contaminantes en el agua.
- Enjuagar los ojos con agua limpia después de nadar contribuye a eliminar cualquier posible residuo de cloro que pueda quedar en los ojos.
- Evitar nadar con lentes de contacto, ya que el cloro puede adherirse a las lentillas, aumentando el riesgo de sufrir irritación e infecciones.
- Además, es recomendable limitar el tiempo que se pasa en el agua porque, a menor exposición, menores riesgos. Esto es útil, sobre todo en piscinas públicas.
Y si suele ocurrirte a menudo, pero sin tener nada que ver con bañarte en una piscina, descubre aquí las principales causas de los ojos rojos y cómo tratarlos.
