Aunque mucha gente confunde los conceptos orzuelo y chalazión, llegando a pensar que son dos palabras para un mismo tipo de afección, en realidad se trata de dos problemas oftálmicos diferentes. Ambos aparecen como bultos en el párpado, pero tienen características y causas diferentes. ¡Y comprender estas diferencias es fundamental para aplicar el mejor tratamiento en cada caso!
Aunque los orzuelos y los chalaziones pueden parecer similares, en realidad presentan diferencias determinantes para quienes los sufren.
Un orzuelo es una infección bacteriana que causa un bulto rojo y doloroso en el borde del párpado. Suele estar provocada por bacterias estafilocócicas, y comenzar como una pequeña protuberancia, que puede hincharse y generar molestias como la sensibilidad al tacto y el exceso de lagrimeo.
Por otro lado, un chalazión es una obstrucción de una glándula sebácea. Se manifiesta como un bulto más grande y firme en el párpado que puede incluso llegar a afectar al campo visual, aunque por lo general no suele provocar dolor.
Aunque a simple vista puedan parecer lo mismo, bultos en el párpado, el orzuelo como el chalazión tienen orígenes muy distintos, y comprenderlo es clave para poder prevenirlos, o tratarlos como es debido en caso de que terminen apareciendo.
El orzuelo, como ya hemos comentado, está causado por bacterias, lo que hace que sea relativamente sencillo de prevenir si se mantiene una buena higiene tanto ocular como de las manos. Esto último se explica porque tocar los ojos con las manos sucias, algo que hacemos mucho más de lo que creemos, puede introducir bacterias en una de las zonas más expuestas y delicadas de nuestro organismo.
En el caso del chalazión, ocurre debido al bloqueo de una glándula sebácea, que se da cuando una acumulación de grasa no puede drenarse de forma natural. Problemas como la blefaritis crónica pueden predisponer a la formación de chalaziones.
Identificar un orzuelo y un chalazión puede ser complicado debido a su parecido físico, pero hay diferencias que ayudan a hacerlo.
Los orzuelos, al ser infecciones bacterianas, se tratan con compresas tibias para facilitar el drenaje y, si es necesario, con medicamentos prescritos por un especialista. ¡Es importante no apretarlos para evitar la propagación de la infección!
Los chalaziones pueden eliminarse con el tiempo, aplicando compresas tibias para reducir la obstrucción de la glándula. En caso de persistir, pueden necesitar intervención médica e incluso una extracción.
¡Distinguir entre un orzuelo y un chalazión es importante para evitar complicaciones! Si quieres más información sobre estos dos problemas oculares, te recomendamos leer nuestros artículos: qué es un chalazión y por qué aparecen los orzuelos.
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